16 junio, 2016

07 enero, 2015

En Australia

Quise hacerme un wordpress porque la Stef siempre me dijo que era más bakán. Sin embargo, la cagá de blog nunca me abrió como pa poder publicar continuamente. Aclarado esto vuelvo a mi antiguo sucucho.


Estoy tan fome como rigurosamente cesante. Trabajé 3 semanas de livinnany  y la experiencia fue como las reverendas weas. Esperé 2 meses pa trabajar más de dos días seguidos  y me topo con un par de judíos que esperaban de mi una sirvienta del siglo XIII. Cómo no les da vergüenza!!! Las primeras semanas un amor la nipona culiá de dueña de casa. Arreglamos al principio que a la tercera semana me subía 100 dólares porque las 2 primeras semanas era de treinin. Resulta que le limpié la casa culiá gigante sin que me reclamara por nada y le cociné rico. Me llovieron halagos de los comensales. Pero a la tercera semana ya no le gustó que se viera el revés en la esquina de las cortinas o que secara las toallas en la secadora de ropa. Me gritoneó porque le dije que no tenía tiempo de andar reparando cosas que no había roto y porque le dije que no habíamos acordado del principio que tenía que hacer las compras también. Le dije que por esa pega me tenía que pagar más horas y la culiá no me pagó nada, absolutamente nada de lo acordado. En el acto que me entrega la plata le dije que me iba ese fin de semana: okei am livin dis sandei at 5. El sábado en la mañana ya la tenía echándome la muy perra (menos mal, armé mi maletita la noche anterior). La subí y la bajé a chuchás chilenas. Como pude me llevé mi maleta llena de sueños echa pico devuelta a la casa de la tia Lily. Ni la puerta me abrieron pa salir, ni de los perritos pude despedirme. Se me quedó el cargador  del celu enchufao en la pieza a toda raja en la que viví en esa casa de horrores y me di cuenta cuando estaba comiendo uvas en una casa vecina llorando por la humillación. Pasó que hacía un calor horno y yo con mi maleta gigante calle abajo por las escaleras y hablando sola,  le pregunté a una pareja de rucios que venían bajándose de su auto cuál era el número de los pacos y solté un llanto que en chile me habría dado cualquier vergüenza. Les di pena. Me invitaron a pasar a su casa y que tomara agüita con azúcar poco menos pa pasar el mal rato, me dijeron que cuando me sintiera bien me fuera. Me llevaron en auto hasta la Edgecliff Station, me dieron un naranja y un sanguchito pa’l camino. Más ganas de llorar me daba su caridá. También lloré de emoción por la bondá de los otros cuando un grupo de afroamericanos de idioma desconocido unos en chala y otros a pata pelá se ofrecieron a llevarme todo el rato las maletas. Gente hermosa por la chucha en el punto de inflexión más conchesumadre del universo en que me encontraba. La mala cuea de que hubieran cerrado una de las líneas a Campbelltown se compensó con todos esos corazoncitos que me hallé al paso a los que puro les daba las gracias entre sollozos. Sé que también lloré por ser foránea, de no pertenecer a ningún lugar, lloré.

23 julio, 2013

"Donde quiera que me encuentre seré siempre pasajera"
Isabel Parra

26 abril, 2013

21 MENSAJES PARA TRANSMITIR A CADA MIEMBRO DE LA SIGUIENTE GENERACION

*Aclaración: Jodorowsky es para mí lo que es Pilar Sordo para las madres UDI y lo que alguna vez fue para madre la Conny Méndez. Lo digo porque así me enfrento a Jodo: sabiendo que jamás haré lo que aconseja, pero LE CREO.


1.-Eres un ser deseado. Estás aquí porque el Universo lo quiso.
2.-Siente que eres libre de ser lo que eres, no permitas que nada ni nadie te etiquete, ni te imponga guiones que no se corresponden con tu autenticidad.
3.-Cada ancestro de tu árbol es un don que hay dentro de ti para ser usado a tu favor y al de todo el Universo.
4.-Aprende a no pedir amor, simplemente ama.
5.-Cree en los pequeños milagros de cada día y atiende a las coincidencias, en ellas hay mensajes ocultos que te guían en el correcto camino.
6.-Cada día, haz un acto generoso con alguien cercano.
7.-Si en tu árbol genealógico hubo traumas, sánalos actuando.
8.-Déjate guiar por tu cuerpo, es sabio. Él te alertará de las situaciones de las que debas alejarte, sintiendo tensión y malestar. También te dirá cuando estás alineado con lo que eres, sintiendo relajación y bienestar.
9.-No contamines tu cuerpo con tóxicos o una mala alimentación.
10.-En cuanto puedas, sé independiente. Trabaja utilizando tu creatividad y hazte adulto.
11.-Escribe un poema cada día.
12.-Busca y provoca situaciones que te hagan reír.
13.-Tiende a compartir, a colaborar a ser solidario.
14.-Cuando tengas problemas, puedes analizarlos, puedes hablarlos, pero ten por seguro que hasta que no actúes no se producirá la transformación.
15.- Siente GRATITUD por todo lo que te regala el Universo.
16.- Recuerda que nada en este plano de existencia perece, sino que se transforma.
17.-Lee, estudia, conoce… experimenta por ti mismo.
18.-No te apegues a nada material. No consumas lo que no necesitas.
19.-Tampoco te apegues a ninguna creencia. Lo mismo que tu cuerpo se renueva constantemente, también lo deben hacer las ideas.
20.-Siembra cada día las semillas que te lleguen de dentro o de fuera. La semillas pueden ser palabras, caricias, belleza, acciones. Ellas son los gérmenes de más sabiduría, amor, arte y salud.
21.-Cuida con mimo el territorio que está más allá de tu cuerpo, tu casa, tu barrio, tu ciudad… el planeta y el Universo.

A. Jodorowsky

24 abril, 2013

La NO creación.

“Yo ya no veré más que esto”, solía decir Baroja hacia el final de su vida. Si ya es impensable ver algo nuevo bajo el sol, ¿por qué no sospechar que en el futuro también todo se repetirá mortalmente y se percibirá el desastre muy parecido a cómo lo percibimos ahora?
Vila-Matas

26 marzo, 2013

Desuniversidad – Boletín 7.- Crónicas de ingreso a las universidades


Hasta que conseguimos unas chauchas y hablamos para conseguir descuento. A 10 pesos nos salió la hoja, así que hicimos inicialmente mil afiches. Partimos primero a la Facultad de derecho de la Universidad de Chile, donde antes mandaba la Surda con sus gremlins: los grupos autonomistas, Arrebol, Izquierda Autónoma, en fin, ésos.  Pensamos que como ganaron la presidencia de la Fech, seguirían en los primeros lugares de la noticia dentro de la facultad. ¡Nada más lejos de la realidad! Bastante invisibilizados. El centro de alumnos es dirigido por seis estudiantes, tres de Izquierda Socialista y tres de la Juventud Comunista, que ganaron como lista en las últimas elecciones internas. Los muchachos de la IS se diferencian allí de los jotosos en que son blancos, bien alimentados y de facciones regulares, una socialdemocracia asentada en pequeña burguesía. La mayoría de esos chicos milita dentro del PS de la Concertación, aunque más de uno declara que no lo hace. Sus peleas son con el FAS, o CAS o similar, algo así como frente amplio Socialista. Ambos grupos disputan la misma feligresía y a todas luces son parte de la red atrapamoscas de la masonería. La Jota aspira a extraer más dividendos este año en esta facultad, en especial debido a su fuerte caída en otras facultades hasta desaparecer del mapa, como en Historia del Campus Gómez Millas y varias más. En el patio de entrada de la facultad, en Pío Nono, pueden verse a cada lado de la puerta principal dos enormes moles de 2-3 mts. de alto y unos 10 mt. de largo, sumamente colorido, con fotos, músicas y textos sobre Víctor Jara. Luego en el patio una sola mole, aunque bien mayor que las de afuera, también con el cantante. Además de un gran cartel al fondo del patio “Bienvenidas Mechonas”. El FEL tiene otro y los dos grupos socialistas el suyo. Los estudiantes de primer año recibieron con ganas el folleto-afiche que les entregamos, aunque una dijo que como estaba recién entrando, no iba a asumir ninguna invitación, hasta formarse mejor una idea. Una muchacha de tercero relata que es una facultad muy politizada, casi no hay autónomos o independientes, que tal vez entraron algunos, pero en menos de dos semanas ya alguien los agarra (sic). Vale la pena aquí aclarare la diferencia entre autónomos y autonomistas, ya que los últimos no son autónomos al seguir un “ismo”. Cada autonomía es por concepto distinta de la otra, el “ismo” es un molde para hacer galletas.

Esa chica de tercero dice que va a averiguar para una sala y nos avisará para dar una presentación, insistiendo en que habrá que hacer mucha propaganda, activismo, venir al patio a conversar más, etc. Veremos lo que sucede y así se sabrá si tiene razón. El mayordomo se acordaba de Jaime, el Profesor J, que ya había dado charlas allí, y lo saludó con amabilidad, con lo que aprovechamos y nos desplegamos los tres por el interior pegando afiches. Jaime bajó al casino y encontró que la administradora había trabajado con él en Valparaíso cuando fue presidente de la junta de vecinos del Cerro Yungay, de modo que hubo autorización para empapelar. Ella se graduó en periodismo y tiene una especie de micro empresa que se dedican a redes sociales, por lo que propone hacer un Facebook de la Desuniversidad. Jaime marca reunión en su agenda.

Segunda parada de la ruta: Campus San Joaquín de la Pontificia. Si, la de Michael Jackson, el superstar, digo Giorgio, el nuevo invento de la iglesia, como el grupo que en los 60 formó el Mapu, pero esta vez la iglesia ha apostado carta segura, aprendieron. La Revolución en Libertad de Frei ahora la ponen Revolución Democrática, aunque ellos dicen en voz baja: “revolución demócrata cristiana” y se matan de la risa, jajajaja, ya que saben que el mundo está lleno de pailones. Bajamos del metro, pegamos en el puente y cuando estábamos en la mitad del camino a la puerta. ¡Oh! Casualidad –diosa de los desamparados- aparece una compa que habíamos trabajado juntos algunos años atrás y dale abrazo y presentaciones. En aquellos tiempos ella estaba en el centro de estudiantes de sociología y organizamos un debate que hizo historia, porque reunió cualquier gente y terminamos saliendo del salón de conferencias para ir en masa a sentarnos al pasto e hicimos fotos con Jaime al medio el muy patudo, que luego pusimos en el panel del centro de estudiantes. Semillas por aquí, semillas por allá, sembrando al paso para que cosechen otros o crezcan como planta agrestes o flores silvestres en un jardín que nadie puede predecir su forma. Es muy entretenido. Nos orientó, nos dio consejos y quedó de hablar con la actual directiva para lanzar un debate o un conversatorio, veremos. Otra nota en la agenda. Empapelamos, cada uno llevaba medio litro de cola fría, alrededor de 20 cada uno, así que con 60 afiches ya estaba bueno. Conversamos con diferentes personas, entre ellos de agronomía y comprendían y estaban de acuerdo con el cambio de nombre a agroecología para modificar el tipo de relaciones destructivas que hoy se hace sobre la madre tierra.

De allí a la Academia de Humanismo Cristiano, volvimos a Plaza Italia y de allí a Condell. Entramos directo y fuimos a preguntar por el rector, José Bengoa, que había sido compañero de Jaime en la Católica de Valparaíso y fue profesor de Camila, la chica de antropología que Jaime conoció en una charla del congreso internacional de antropología en Bolivia y que al regresar organizaron juntos el primer TraVol con los Poetas Malditos de Puente Alto y luego hizo la biografía de Jaime para la disciplina de investigación de Bengoa, que le dijo “dile a Jaime que no diga mentiritas, que lo conozco muy bien”. Camila muerta de la risa transmitió el mensaje a Jaime. Bueno, no estaba Bengoa, pero igual empapelamos. Unos chicos pegaban grandes desplegados de una película sobre Luisa Toledo y charlamos sobre el día del Joven Combatiente, que Jaime sostiene debe cambiarse por “Día del Joven Combatiente y Constructor”, ya que no se puede ser sólo soldado para que los oficiales digan hacia donde vamos. Ya pasó la época del “pelea, pelea, que algo queda”. Muchos de los actuales combatientes capacito que después se vayan en masa nuevamente al PS y al PPD en lo que podría llamarse Movimiento de Institucionalización Revolucionaria” o de NSPQT (Nadie Sabe Para Quien Trabaja).

Al otro día le tocó el turno al Peda, Jaime se encontró allí con Cony y fueron a la huerta que ella había instalado un año atrás con estudiantes de geografía, encontrando ni más ni menos que un grupo de unos 30 estudiantes de castellano con instrumentos musicales haciendo aquella bulla. Les preguntamos si era cazuela o querían algo con la huerta, resultó cazuela, pero nos hicimos amigos  y Jaime se lanzó un espich y preguntas van preguntas vienen, ¡clanc! Se produce el encuentro, el ensamble. Ellos pensaban o sentían como nosotros y viceversa. La Cony feliz en su salsa, invitó a la gente a la huerta y el lunes tenemos reunión de huerta. Luego ellos mismos decidieron convocar para una charla-debate-presentación de la Desuniversidad en la misma huerta, que está medio abandonada la pobre y Cony la va a levantar con quienes se sumen. Uno de los amarantos sembrados está lindo, otro como que quiere sobrevivir, en fin, un huerto. De modo que el jueves a las 13:00h aparecerse en la huerta detrás de la escuela de Historia. Vamos a hacer el márquetin de la nigocia.

Pusimos una mesa después frente al centro de estudiante y desde allí entregamos folletos-afiches a los transeúntes. Fue el único lugar donde vimos propaganda del control comunitario de las escuelas, específicamente invitando a participar en un barrio, de modo que concluimos astutamente que ese centro estaba en manos del FEL aliado a un MIR, los mismos que dirigen la Aces.

Luego a Filosofía-historia del Campus Gómez Millas, donde charlando con un grupo de historia, nos informaron que son una de las muy pocas facultades del país donde los paradigmáticos ya casi no quedan. Sorpresa para nosotros, pues hace cuatro años atrás se peleaban el centro los troskos con los plataformistas. Risas. Informan que sólo quedan tres troskos en Historia. Los no paradigmáticos crecen mucho, algunos se declaran anarquistas, otros no lo declaran, pero caminan como tales, visten como tales, hablan como tales, son tales, como los patos. Luego en antropología una chica dice que mandemos el material., que ella circula a los mechones vía féisbuc. Los de sicología comparten vino blanco con kem.

Bueno, eso pasó.
Como caca de pájaro, en cualquier momento le caemos con nuevas crónicas.

(mail que me llegó del laboratorio de escritura erótica)

19 enero, 2013

H.M

"'Sólo con que las cosas se hubieran torcido un poco, este cuerpo ya no estaría aquí', pensé. Le acaricié los hombros, el pelo, los pechos. Estaban húmedos, eran cálidos, suaves. Eran reales. Pude sentir la existencia de Yuyiko a través de la palma de mi mano. Pero nadie podía decir hasta cuándo seguiría viviendo. Todo cuanto tiene forma puede desaparecer en un instante. Yuyiko y la habitación donde estábamos. Las paredes, el techo, la ventana. Antes de que te dieras cuenta, todo podía haberse borrado para siempre".

Al sur de la frontera, al oeste del Sol. Haruki Murakami

08 agosto, 2012

El infortunio de un blog rosa-magenta

Rechazado de cuajo por casi el 80% de la comunidad femenina porque se le asocia a la debilidad mental, al amor trágico que acaba en predecible happy ending y a la tendencia estética de la primera infancia. El rosadito es un color vacío de toda intelectualidad y experiencia compleja. Ha sido la estampa de personajes planos: buenos porque sí, de las picás a princesa y aspirantes a Barbi. El rosa es un color desprestigiado por quienes no paran de rematar sus frases con un “o es muy tonto lo que estoy diciendo?” volviendo a un prototipo que ya debiera estar hecho cenizas luego de pasar por las llamas de la industria del cine, pero no, cada cierto tiempo se retoma la rucia tonta en su rechoncho vestido rosa, nadie repara en lo agotado que está el recurso, puta publicidá.

15 junio, 2012

H.M

"Era una chica honesta y agradable que caía bien a la mayoría de la gente. Pero dificilmente podía decirse que nuestros gustos coincidieran. Creo que ella apenas entendía los libros que yo leía o la música que escuchaba. Por eso mismo no podíamos hablar de todo lo que pertenecía a ese ámbito desde una posición de igualdad. En este sentido, la relación entre Izumi y yo era muy distinta a mi relación con Shimamoto. Sin embargo, cuando me sentaba a su lado y le rozaba los dedos, una calidez natural me colmaba el corazón. A ella podía decirle con relativa facilidad cosas que no podía decirle a nadie más. Me gustaba besarle los párpados y los labios. También me gustaba levantarle el pelo y besar sus pequeñas orejas. Cuando lo hacía, ella soltaba una risita sofocada. Incluso hoy, al recordarla, imagino una plácida mañana de domingo. Un domingo tranquilo, despejado, recién estrenado. Un domingo sin deberes, libre para satisfacer cualquier capricho. A menudo ella me hacía sentir como esas mañanas de domingo"
Al sur de la frontera, al oeste del sol. Haruki Murakami

10 julio, 2011

Gabriel Salazar lo dice mejor.

"Es bien importante tomar conciencia de en qué periodo histórico estamos.No estamos en la época anterior al 73, cuando uno solamente pedía y exigía y saltaba en la calle y aplaudía a los líderes, ESTAMOS EN UNA ETAPA EN QUE TENEMOS QUE SER RESPONSABLES CON NOSOTROS MISMO ACERCA DE LOS DESTINOS QUE TOME EL PAÍS..." Gabriel Salazar.



"Le estamos pidiendo a Lavín que cambie el sistema, cuando lo que deberíamos hacer, pienso yo, es, olvidémonos de Lavín, ORGANICEMONOS AQUÍ Y AHORA EN UNA ASAMBLEA CIUDADANA, ASAMBLEA DEL PUEBLO O COMO QUERAMOS LLAMARLA, TODAVÍA NO ASAMBLEA CONSTITUYENTE. Y ESTA ASAMBLEA CIUDADANA DECIDE: BUENO, NO NOS GUSTA EL SISTEMA EDUCACIONAL PERO QUEREMOS PROPONER ESTE OTRO EN PARALELO AL CONGRESO, ENTONCES NOS VAMOS ACOSTUMBRANDO A LEGISLAR NOSOTROS, A EJERCER SOBERANÍA NOSOTROS. Pero estamos a medio camino, negociando con Lavín, como que no nos gusta y lo ignoramos, PERO TODAVÍA NO LEVANTAMOS UNA PROPUESTA POTENTE" Gabriel Salazar

23 junio, 2011

Algo.

Me muevo con toda la desconfianza a cuestas: será ahora cuando? Se vendrá el proceso después del estallido? Qué se logra en lo concreto? Quién lo va a llevar a cabo? Es acaso sólo una explosión reaccionaria y mediática de una sociedad que ha acumulado las crisis como quien se guarda un enojo, un resentimiento? Ni idea, pero los hostigaré mientras pueda, a ver que pasa. Entremedio, gente que vislumbra algo...

18 junio, 2011

La era de las protestas (2)

Estaba motivá. Patagonia sin represas, Patagonia sin represas!!!Vitoreábamos todos. Chicharras, trompetas, batucadas, aplausos, harto ruido y el río se encausó por la Alameda desde Plaza Italia hasta La Moneda. Después leí por ahí que fueron casi 15.000 personas, sin incluir la gente que sapeaba desde los edificios. Una viejecilla canosa-chascona desde una de las ventanas superiores del teatro de la Chile a la que desde abajo le gritábamos originalmente: awelita, awelita!!! Alguien remató con un: tírese awelita!!! Eso es un jolgorio de inicio de fin de semana, porque la marcha se convocó para un día viernes en la noche: después de la pega, en la previa del carrete, a la salida de la Universidad o el colegio. Quería pensar que estábamos todos, que Santiago completo se movía. A esas alturas aplaudía no sólo para calentarme las manos. Me pareció raro ver uno que otro paco desprovisto del aparataje de fuerzas especiales custodiando la masa desde las veredas, obvio que era una provocación. Ula-ula, ula-ula, los pacos tienen tetas, las vacas tienen tula!!! Ni un respeto por la autoridad, no me extraña que después en la portada de Las Últimas Noticias apareciera un paco con el cráneo destrozado por un skate para apocopar lo masivo de la marcha. Salvaguardando al skater, nunca debieron andar pacos dando jugo sin protección, el tirón de mechas debió llevárselo la misma autoridad. Porque se salía de toda expectativa la convocatoria, había más gente de la que todos se esperaban. Entre esa multitud nos fuimos cerca de una pareja de tatas a la que simplemente amé. La señora iba con una bandera violeta que decía “feminista” (bandera con la que casi me golpea, qué ironía) de la mano de su hombre pecho’e paloma, orgulloso. Juro que quise ese cuadro posmoderno para mi futuro, ya me veía de la mano de un Sartre en la nueva era del caos, absortos a cualquier método de coerción gubernamental, marchando por cualquier cosa, apoyando cualquier causa. Hermoso. Todos lo demás podían morir, sobre todo los fumadores. A veces siento que simplemente no puedo tolerarlos. En mi gobierno fuera los fumadores, todos a una isla y se acabó. Es que nadie entiende que en la multitud mi pequeñez se exacerba, en mi altura bajo el nivel promedio el aire no llega nuevo, sólo llega exhalado por los otros. Además nadie piensa en las colillas que se dejan al paso o en las quemadas de cigarrillo que DUELEN. Qué bueno que justo cuando ya empezaba a detestar al universo y a enamorarme perdidamente de un niño con corte de cabello Morrissey, nos encontramos con Sammy. Ya estábamos en La Moneda y prendimos. Los gritos dieron un giro: Los pacos, los pacos, los paco están bonitos, con sus uniformes que están apretaditos!!! El peda, el peda, el peda es muy bonito, tiene mucho pasto y muchos arbolitos!!!! No estábamos ebrios pero igual coreábamos esos gritos. La gente empezó a presionar a una línea de fuerzas especiales que contenía al populacho para que no avanzara más al Palacio de Gobierno, gente que se tiraba a las piscinas que hay ahí. No pudieron contra ellos, los guanacos empezaron a mojar y piramos con nuestras canciones ridículas hacia Plaza Italia de nuevo, en una pará súper tranquila pero bailando. Una vez robé un cono anaranjado, señalética de Plaza Italia y me lo llevé en micro para la casa y causó furor en mi barrio, no sé quién se lo habrá quedado pero sentí que había cumplido un sueño. Ese día mi otro sueño cumplido fue echarnos con los cabros en el medio de la Alameda en plena Plaza Italia a mirar el cielo, bien nublado por cierto, a esas alturas moríamos de cansancio y frío. Las ganas de mear nos sacaron de ahí y qué bueno. Cuando estábamos esperando turno para entrar al baño en el Telepizza las tortugas ninja llegaron a caballo, otra vez volaron las lacrimógenas y el guanaco hizo lo suyo.
Mientras meaba podía ver la calle desde la altura de un segundo piso y quien se parara a mirar esa ventana desde la que yo miraba bien podía verme el culo. No hubo tal panorámica por suerte, sólo logré ver un lanza de chaqueta roja saltando la reja que divide el paradero del resto de Parque Forestal, al que no pudieron agarrar. Salí del baño buscando a Sammy y a la Fefi porque la Pauli ya se había ido. Nos quedamos en el Telepizza un buen rato mirando desde ahí la cagá que se iba gestando en las calles hasta irnos a Bella por unas sopaipillas fluorescentes-radioactivas cuando parecía reinar la paz. Comimos. Sammy cortó para donde su novio a quién llamó desde mi celular, lo perdimos de vista con el guanaco viniendo hacia nosotras. No paró ninguna micro en el paradero. De repente una turba de encapuchados con piedras y molotovs entre nosotras y los pacos a caballo. Correr y correr unas tres cuadras hasta perdernos. En eso perder por sexta vez mi celular, dejarlo caer sin sentirlo siquiera, saberlo perdido arriba de la 508. A salvo por fin. Nos encontramos con el Ruben que venía del Peda, en la micro.

12 junio, 2011

La era de las protestas (1)

Hay que estar en contra de todo lo que se pueda estar en contra, hay que posicionarse en alguna parte, hay que preferir la ventana o el pasillo en la micro y no agarrar solamente los asientos desocupados.
Ahora, ser una mierda buena onda se traduce en una persona que protesta. No podís quedarte abajo de la contingencia, tenís que ir a reclamar, hacer oir tus demandas, SER UN CIUDADANO. En algún punto habría que agradecerle a Piñera haber desatado esta efervescencia, el "gobierno ciudadano" del que se vanagloriaba Bachelet parece hacerse efectivo hoy. Casi todas las semanas hay convocatoria para una marcha desde el 1° de Mayo, para mí todo comenzó contra HidroAysén. No recuerdo bien la fecha, pero juro que nunca estuve en una marcha TAN masiva, a ratos me orillaba a la acera de la Alameda para ver circular a esas hordas de gente que no hacían un mar si un río. Un río Becker!!! Gritaba yo. Baker!!! Me corregían los que sabían. Claro, yo estaba ahí porque me invitaron las cabras, había leído una que otra cosa en Facebook pero nada a lo que haya puesto real atención, sólo padre me había hablado de “otra multinacional de mierda que viene a apropiarse del sur de Chile”. Sinceramente las aglomeraciones de personas me asustan, pero me gustan en la medida que arman un despelote, un descontrol sin precedentes, un caos, qué sé yo: pacos empelotándose y uniéndose con los manifestantes, acróbatas trepando por el mástil de la bandera de Chile gigante para prenderle fuego, políticos suicidas lanzándose desde el techo de la Moneda, cosas que en verdad nunca pasan pero que una las espera con ansias, con la adrenalina al tope.
Llegamos al frente del teatro de la Universidad de Chile la Pauliners, la Fefi y yo, previo convencimiento en el casino del Peda. Yo no sólo no estaba bien informada, además va en contra de mis principios anarcoermitaños moverme con el resto de los seres humanos, precisamente porque no conozco a ese resto que por lo general me cae mal. Dicho y hecho, emulamos los gritos y los aplausos entremedio de la fisonomía típica del cuico culia’o hippie, seres que conocen la Patagonia en vivo y en directo con todas las bondades de su geomorfología y ecosistemas que una, bicha pobre obligada a creer que Santiago es Chile, a penas vislumbra en wikipedia. Fue en ese momento de resentimiento social que supe por que estaba ahí.

19 mayo, 2011

No se puede carretear así.

Pienso varias veces al día en la posibilidad de unos audífonos baratos por los que no se cuele ni un solo ruido del exterior. Cualquier sistema de enajenación viene a ser la panacea ahora que no quiero pensarme, me caigo mal. No me habría dado cuenta de la mala que me tengo de no ser por ese 3,9 en gramática. Un tres coma nueve, UN TRES COMA NUEVE. El día antes de la prueba mi nivel de estrés llegó a tal punto que reía y lloraba a la vez encima de las fotocopias. Sabía que por más que tratara no iba a poder meter toda esa información en mi cerebro vacío de grammar. No había estudiado antes, había fallado en mi funcionalidad, nada iba a rescatarme del escarnio personal al pensarme. Mi rol EE (eficiente y eficaz) me había quitado varios cuestionamientos de encima: Por qué cresta estudio una weá que no me gusta? Pa qué ser otra profe mediocre en el Universo? Por qué no me quedé estudiando en Valparaiso? Y si me echo otro año en la U pa ser más feliz? Y si me chanto en su puerta a exigirle cariño? Preguntas que en mi funcionamiento sistemático cuyo único objetivo era pasar ramos, se omitían. Iba como caballo de feria pero perdí los estribos y me salí de mi rol. Estoy fuera, aterrá, no puedo evitar aislarme, me di cuenta de eso el viernes. Desentoné de entrada: me compré una Kunstmann miel, cerveza individual y rica entremedio de las Balticas-Antillankas que bien podrían crecer como callampas en los pastos del Peda. Es que en el fondo añoraba esa misma Kunstmann descansando en un velador al lado de una cama sobre la cual estuviéramos envueltos en una frazada de polar, echados, fomes, yo rascándole el cráneo. Mal pedir sin entregar na’. Y por qué no valdría entregarle al cosmos mis ganas de estar rascándole el cráneo a alguien?
Y estábamos todos los cabros en la tocata de atrás de los baños de arte. Como única iluminación un foco de luz blanca que por detrás de los músicos lanzaba su chorro de luz al público, todos a contraluz. Nuestras sombras largas rebotando en el piso hasta perderse más allá de la cancha. Inevitable mirar el foco directamente para encandilarse por gusto y hacer de las sombras un séquito de seres marchando en vez de bailando ska. Seres que mutaban a escolares sin rostro camino a encontrar la muerte en una máquina que los haría carne molida y sonando “Another brick in the wall” de ya saben quienes. Miraba a ratos los edificios de alrededor desde los que nadie asomaba ni la nariz. Me hubiese gustado ver a alguien en la ventana de uno de esos departamentos, saludarle con la mano y que me oyera gritar, como diciendo: mira como soy parte de este ruido... Porque quería ser parte de ese escándalo a medias improvisado, hacía lo posible por bailar, me sacudía el aburrimiento gritándolo, quería estar ahí pero obviamente no estaba.

03 mayo, 2011

17 abril, 2011

Abril (2)

Despertar al lado de alguien que te hace cariño y te regalonea es impagable, una piensa que la vida debiera ser eso, siempre. Cómo, por qué el azar se volcó a mi favor y no desperté en forma de espíritu trozada en una fosa común, gracias. Me pareció todo tan perfecto en la luz de la mañana que sólo podía haber salido de ahí siendo la polola de Leo. Ah, de veras que soy tu polola, le decía camino a su casa. Donde habíamos pasado la noche resultó ser una “oficina”, reí y desconfié pero todo iba tan bien con nosotros caminando de la manito que aplaqué toda mi curiosidad de querer saber el origen de ese lugar.
Me gustó el olor de la casa de Leo, el recibimiento de su mamá en pantuflas, la vista desde un tercer piso hacia una calle que nunca pensé verla sin caminarla. Quise ayudarle a preparar el desayuno pero me sentí patuda metida en la cocina, preferí sentir el olor a pan tostado desde el sillón del living y hurguetear unos libros que estaban en la mesita de centro. Tengo un libro que creo te podría gustar, o algo así dijo Leo. Y me encantó. Es que entre mis manos puso “Love is a dog from hell” de Bukowsky. Me mató, y en inglés más encima. Estuvimos un buen rato hojeándolo, yo le hablaba de lo sacrílegas que pueden llegar a ser las traducciones.
Desayunamos. Regaloneamos harto rato en el sillón. Yo, practicamente depositada en él y por la chucha que me sentía bien, tranquila, relajada, en ese estado de tener sueño pero quedarnos placenteramente despiertos. Cuando ya me tenía que ir a la U le pedí que me acompañara, qué sorpresa para mí esa falta de negativas. Fui al baño a lavarme los dientes y al volver me quedé un par de segundos en el umbral de la puerta de una de las piezas, casi al fondo Leo hablándole a su abuelo, no sé qué le decía pero modulaba. Leo me vió mirarle y como que algo me pasó: una ternura enorme mezclada con un “uy, me gusta”.
El abuelo de Leo nunca me vió entrar, después de saludarme amoroso me preguntó cómo había llegado y abierto la puerta, me dio tanta risa que no le respondí. Suerte que Leo me auxilió y le contó que habíamos llegado juntos...
Juntos,” juntos” suena bonito, juntos pasamos ese día entero: echados en el pasto escuchando algo de una tocata, paseando, hasta a un taller literario fuimos. Uno que se dictaba en un bar cerca de parque Bustamante donde nos increparon con esas preguntas de por qué y para quién escribes, una paja, me da vergüenza incluso recordar lo que respondí para salir del paso. Luego el bar se transformó en lecturas poéticas que ni pesqué o quizá sí, pero mejor me dediqué a mirar la mesa que Leo indicaba como el jet set de la literatura chilena de quienes no retuve ni un solo nombre, ni siquiera el de la niña de cabello corto que me pareció tan bella. Y vaya que se lo tomaban en serio eso de embriagarse, hablaban re poco entre ellos, parecían íconos en decadencia, eran de cera y se derretían en sus sillas.
Volvimos de madrugada a la “oficina”, nos apretamos contra los estantes de libros y acabamos otra vez en el colchón del sillón cama. En la mañana Leo se encargó de borrar todo rastro de que estuvimos allí, tampoco pregunté nada, mi entrega es total siempre, toda esa magia dura tan poco y yo ya tenía que volver a la casa para que padres me vieran viva. Leo me fue a dejar a la micro pero caminamos harto antes de tener que despedirnos. Me preocupó que le sangrara la nariz, me preocupó además que ese azar lleno de sentido se desplomara de pronto, despedirme de él fue vuelta a caer en la incertidumbre…
Es que hay felicidades compartidas que deberían durar más tiempo, no es justo que la realidad te toque de esa forma para después empujarte fuera de escena y nuevamente verlo todo desde la perspectiva del espectador. Le di un montón de besitos chiquititos antes de subirme a la micro, amontoné hartos en su boca por los que no le daría los próximos días.

15 abril, 2011

Abril (1)

“…it was all a dreamy alternative reality that didn’t touch his real life, whatever that was, at all”.
About a boy, Nick Hornby.

El misterio de cómo suceden las cosas cabe todo en un “orden caótico”. Mientras Barrientos insiste en el carácter perfectible del ser humano y le da con que la educación es un proceso moral, con las cabras vamos al casino de la U a tratar de conseguir almuerzos con vales vencidos-regalados. Mientras nuestros profes insisten en la metacognición, nosotras adherimos a cualquier reventón propuesto sin un solo morlaco en el bolsillo pechando hasta más no poder. Y en eso andabamos ese día que conocí a Leo: un malogrado objetivo de entrar a una tocata nos derivó con desconocidos a un bar curiosamente llamado “El Bar de Moe”. Yo no quería ir pero las cabras me envolvieron de tal forma que desde el bar aquel pasamos a otro después.
Subimos por una escalera al segundo piso plagado de gente que se conocía entre sí o que conocían a algunos de los seres con los que llegamos. Nos mezclamos rápido, y derrepente Leo, con una mirada que parecía escanearlo todo, usando un gorro bien feo y azul que trataba de regalar a toda costa. Al tiro el relato se vuelve confuso: Leo a mi lado esperando a que las cabras salieran del baño, yéndonos en patota al bandejón central de Alameda, aislarnos, beber, bailar y gritar. Después Leo caminando junto a nosotras más una manada de humanos a tomar la micro que nos llevaría a la casa de alguien. Bajarnos en metro Católica en dirección al departamento de ese alguien. Una de las cabras desertó y cortó para otro lado. Con mi amiga y Leo seguimos a la masa entonando himnos del Bulla que ni nos sabíamos. Hablar entremedio lo que la ebriedad olvida. Gente yendo a comprar a la botillería. Con Leo quedarnos a la entrada del edificio y besarnos, aceptarle el beso por tararear “Please, please, please” de The Smiths muy cerca, casi en mi oído. De curás tratar de subir los 18 pisos por las escaleras, aunque Leo prefirió el ascensor, obvio que no llegamos ni al 4to, no sé por qué hicimos eso. No sé tampoco como hay gente que puede vivir en un departamento sin luz y sin agua. Lo primero que hice al llegar fue ir al baño a hacer pipí. Al salir nos agarramos con Leo en la oscuridad a besuquearmos calentonamente en la cocina que no tenía cocina. Lo bueno de carretear con músicos es que si no hay radio igual hay música, música que también puede molestar a los vecinos al punto de que igual llegaron los pacos a sacar un parte. Pacos en la puerta y nosotros alienados engrupiéndonos mutuamente con Leo en el balcón, viendo curiosos un edificio del frente que parecía proyectar imágenes como por un data show en la ventana. Será porno? Erís de aquellos, cierto?, le preguntaba. Cómo de aquellos? De aquellos poh, le insistía como si fuera a entender.
En el lapsus que nos abrazamos con Leo ya me estaba despidiendo de mi amiga. Recuerdo que él se suponía me iría a dejar a la micro solamente, pero caminamos hasta Club Miel, tratamos de entrar y como nos cobraron entrada mejor nos largamos a la que yo creí, era la casa de Leo. Una casita en una especie de cité, bonita, de tres ambientes, patio interior, una biblioteca completamente asaltable y decoración que advertí, así de entrada, imposible era gusto de hombre y se lo dije.

21 febrero, 2011

Julio (2)

Quitapenas: chorrillanas y terremotos. San Cristobal: teleféricos y fotografiar un grupo de gringos. En un momento Julio llamó a alguien desde un teléfono público. Me preguntó si lo acompañaba. Partimos a un carrete a la mierda, un lugar cuico que no retuve y que debe ser igual a todos los lugares cuicos de Santiakisto. Departamento con terraza filete, así que ahí me fui mientras Julio sociabilizaba. Me acaparé un costado con la mejor vista con un pisco sour que agarré a la pasá y ahí me quedé. Ni falta hizo pronunciarme como aburrida cuando Julio llega y posa su vaso frio en mi hombro. Shevame a uno de esos bares de la otra vez, me dijo. En taxi, obviamente pagado por él, en dirección al nunca bien ponderado barrio Brasil. Yo diría que a esas alturas ya estábamos bien chambreaitos como pa' andar cantando y gritando por las calles. Dos Kunstmann miel y echarmos pa’trás en las sillas de plástico. Nos quedamos callados un ratito mirando el cielo, tal vez para preguntarnos a nuestro adéntricos cuán ebrios estábamos. No te imaginás cuánto he disfrutado este día contigo, se acercó mucho pa decirme eso. Nos miramos. Él ni agitado siquiera pero a mi me latía el corazón a mil. No me aguanté, tenía que decir algo, cualquier cosa que cagara el momento. Oye Julio y por qué no viniste con tu novia? Juro que escuché un cueeeeeeeeeeeeck repicándome en el oído. Me da tanta rabia, era mi oportunidad de esa tensión cinematográfica de antes de besarse.
Me banqué un rato el cuento con su ex, algo sobre cuando ya llevas mucho tiempo en pareja. Pero qué sé yo de estar más de un año con alguien, de esforzarse para hacer que una relación resulte, de eso no sé nada. Yo sé de cagarla siempre, de hacerme la weona y huir, de callarme lo que debería decir...en fin.
Una lata todo ese rollo de los ex y todavía estaba lo suficientemente consciente como para aburrirme y mirar a los demás. Y que feo es un sábado de carrete de los otros. Gritan y hablan weás, parece ser esa la razón de beber, el ambiente se tolera arriba o adentro del balón, nunca afuera. Julio, le dije finalmente, te puedo decir algo, erís un tipo, no sé cómo decirlo sin que suene cursi, pero la definición que cae de cajón es “encantador”. Tengo caleta de ganas de hacerte cariño pero no sé si es por ti o porque necesito abrazar y hacer cariño. Yo creo que si me besai ahora no me voy a negar y es bien probable que me caliente y termine yo invitándote a un motel, cosa que ni siquiera puedo hacer porque no tengo plata. Ahora, no sé si vaya a follar contigo porque te lo dije, pero lo que quiero, lo que sí quiero y necesito con desesperación, es amor en cualquiera de sus formatos. Julio rióse de mí. Julio rióse a carcajadas de mí. A mí también me dió risa, me puse roja porque igual estaba al tanto de que me vi ridícuala en ese atacaso de sinceridá . Pero Julio en su infinito atinamiento no-chileno me dijo: qué esperás, busquemos un lugar donde pasar la noche.
Me relajó tanto vomitarle en resumen lo que me estaba pasando. Le pedí que hiciera como que era mi novio de juego y que porfa me besara la mano. Caminamos harto, en varios moteles nos dijeron que estaba todo ocupado. Al final recurrí a los recortes de diarios, avisos moteleros de esos que dicen “10% de descuento presentando este cupón” que guardo junto al pase escolar. Julio volvió a reir, yo volví a enrojecer al mostrarle y exigirle a la anfitriona mi descuento. Llegamos a esa habitación como quien llega a su casa, nos sacamos las zapatillas y nos echamos en la cama. Todavía estás enamorada de Feli? No quise preguntarte antes, lo creí prohibido. En ese momento sentí que era el turno de Julio para cagarla así que estaba bien y le respondí que NO, que era alguien a quien amé muchísimo pero que ya no me limitaba ni me hacía sufrir, obviamente la distancia me había ayudado harto. No profundizamos más en el asunto, pero conversamos hasta bien entrada la mañana. Dormité y cuando desperté Julio me estaba metiendo mano así que me le lancé encima. Fue hermoso.