10 mayo, 2010

No quiero nah!

“La rutina me tiene marioneta y estoy puro caducando…”
Maori Pérez

Como consecuencia del insomnio, las ojeras y la miopía. El otro día leí en la calle médico ocuLTista en vez de médico oculista. Me niego rotundamente a usar lentes y no es un problema estético es un problema de memoria, un objeto más que tenga que llevar además de mí misma y colapso.
El Marcos viene a buscarme todos los días, a veces le pido a madre que le diga que no estoy y luego la culpa. Parece que le gusto. El sábado iba saliendo del ciber a patás con las ojeras y me invitó a ver una pelis a su casa. Le dije que tenía sueño y era cierto, pero no tolero la insistencia, lo que menos quiero es sentirme “señora interesante”. Así que fui a ver Garden State (por su entusiasmo ni siquiera pude decirle que la había visto) nos sentamos en el sillón, tomó mi mano y comenzó a acariciarla. Me acordé del Rodrigo, eso de tomar la manito como dos horas de la niña en cuestión a la espera de un beso, busqué rápidamente un reloj que había en la pared dispuesta a tomar el tiempo, en vano porque me quedé raja dormida.
Desperté como a las 6 de la mañana toda adolorida, la forma del sillón incrustada en el cuello pero sin frío, el Marcos me tapó y me dejó dormir. Qué penca tener que despertarlo para poder salir de la casa. Hice tiempo viendo tele, vi lo último en productos Llame ya, una especie de chupón para la celulitis.
Pienso que no sería grato decirle alguna frase hecha como “no eres tú soy yo” o “te prefiero como amigo”, qué lata oir esa clase de cosas, perder a alguien que está dispuesto a ser compañía y a discutir sobre física...Qué soy barza, me refiero a que el Marcos habla de física. Yo no podría construir una frase coherente con las palabras que él usa cuando habla de Hawking. Cómo le podís creer a un parapléjico, o sea cómo sabís si su enfermedad está muy avanzada y le comió varias neuronas y anda puro chamullando y el Marcos replicó, cómo tu le creis a Nietzsche y el weón era esquizofrénico. Me hizo gracia, tiene lógica.
Qué tal si es cómo me dijo la Fefi, que quizá él sólo quería tomarme la manito que quería cariño y eso. De cualquier modo me haré la weona, estoy demasiado pesimista como para decir algo que no sea mierda de la que luego me arrepienta.
Es una estupidez pero tengo unas ganas de salir corriendo, huir de nada. Irme a un lugar, un refugio, una casa donde caer gratis, tomar sopa en sobre, día nublado, ojalá Valpo, donde la mirada no alcanza la dimensión del mar y el tiempo suceda tranquilo, sin apurarme a salir de ahí y domir, dormir hasta morir.

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