Desde mi decadencia y mi mala cuea.

No hay verborrea desde la enfermedá. Desde la enfermedá la pura miseria de enajenarse de los otros involuntariamente en la cama del rincón de la pieza más aislada de los demás sanos. A veces madre le da color y Gabriel entra con mascarilla, pero Gabriel es un caso, mientras se hace la escarcha en el pasto él anda con polerita y una camiseta, sería.
No dejo de pensar en esa pelis. Ana me mandó el trailer hace unos días, el mismo día que confronté a Marcos con la verdá-No soy angelical-le grité. Si hubiese sabido que caería con fiebre al día siguiente me callaba, no le habría dicho nada, le habría besado y eso, por lo menos hoy estaría acá diciéndome quizá qué pescás de la errónea percepción que tiene de mi. Pero le conté a la Fefi y me dijo que era para mejor, que él no era para mi. Aunque no me alivia en nada la miserabilidá que siento.
"Que pena tu vida" se llama la pelis. Vi el trailer, no creo que pase más allá de una comedia romántica pero es tan verdá la weá que llega a doler verse ahí tan podridamente reflejado.
Me recordó cuando le grité al Feli que lo odiaba, no a una gigantografía de él sino que a él en su cara, llorando abrazá a una botella de cerveza en medio de una calle de Bellavista. Ese fue el día en que me dijo que se iba.
Lo que vino después y la pelis advierte en la pregunta ¿Cómo te desconectas de alguien? Fue borrarlo de todos lados, rechazar sus invitaciones a facebook, un día levantarme triste y volver a agregarlo a msn y sacarlo de nuevo, borrar todos sus mails, deshacerme de todos sus regalitos.
Marcelo me dijo que eliminar a alguien por completo y no saber nada de él es la clave, que duele pero que ayuda. Una cosa es huir y otra cosa es ciberhuir. Le bastó con googlearme para encontrame de nuevo, la historia de nunca acabar.
Una semana en cama, sin ganas de nada llorando, escuchando música tristona, lo llamo o no lo llamo. Un día llega padre a abrir mi ventana, me deja un chocolate en la almohada y me dice-Sea lo que sea que te haya hecho esto, va a pasar. Hace un lindo día afuera así que levantate-
Luego viene el desenfreno, los carretes, el tirarse a lo que se mueva, sexo ocasional para terminar pateticamente llorando, echandolo de menos. Agarrar al que caiga de pololo y siempre compararlo con el Feli. Extrañas y cortas relaciones malogradas con tipos que no tienen absolutamente nada que ver conmigo.
Después, darse cuenta de que no hay vuelta, de que se acabó y no por eso merezco estar así sufriendo. Entonces llega la tranquilidad junto con una soledad aplastante. Preguntarse si es que valió la pena, si es que le di mucho color y el Feli no era EL HOMBRE, si es que alguien me va a querer así de loca ahora, si es queda alguien el universo para mi que sea mi partner.
No sé en que fase estoy ahora. Ya no estoy tan pendiente, ya no lo echo tanto de menos, ya no quiero saber nada del Feli, lo que haya sido fue. Lo único que tengo ahora son miedos que antes desconocía y que me han vuelto más insegura que la cresta.
Voy a ir a ver esa película en primavera.